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martes, 18 de noviembre de 2014

Palabras, simples palabras

No me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

No me ensucie las palabras
no les quite su sabor
y límpiese bien la boca
si dice revolución.

Las palabras - Mario Benedetti


Siempre me ha fascinado el poder de las palabras, y de cómo éstas pueden empujar a la acción.

Desde luego, desde la Física pura, en términos energéticos, no se explica cómo pueden tener tanta fuerza. Pero si son casi nada, una minucia. Al fin y al cabo, las palabras son simples vibraciones de unas cuerdas vocales. Un movimiento que, desde un punto de vista estrictamente fisiológico, requiere una cantidad de energía bastante pequeña (¿cuántas calorías se consumen por hablar diez minutos?).

Y, sin embargo, pueden impulsar a los seres humanos a realizar acciones y actividades que involucran muchísima más energía. O Energía, con mayúsculas. Parece cosa de magia, una paradoja, un imposible, la piedra filosofal, el móvil perpetuo de segunda especie.


Por ejemplo, un discurso motivador bien argumentado puede conseguir que una persona tumbada en el sofá apague la tele y se ponga a hacer ejercicio con chándal y a lo loco, pedaleando por la mota del río como si no hubiera un mañana, o como si el próximo Tour de France lo fuera a ganar él (sí, le ha pasado "a un amigo").

¿No os parece increíble? Una palabra es algo inmaterial y, sin embargo, bien utilizada, puede tener tanta fuerza que, por un lado, provoca admiración y esperanza (podemos provocar, hacer "que pasen cosas" hablando), pero al mismo tiempo, da un poco de canguele. ¿Y si alguien dotado de este poder lo emplea para mover a otros a acciones perversas? ¿Y si lo emplean para manipular a los demás? ¿Y si lo emplean para manipularme a mí, eh? ¡Eso sí que sería una tragedia! ¿Medios de comunicación? ¿Quién ha dicho Medios?

Figura 1. Mientras los medios sigan...

Esto no es nuevo, claro. Las culturas antiguas ya eran conscientes de este poder. No puedo sustraerme a mi formación infantil católica en la que recuerdo haber leído en la Biblia cosas como que en "el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios". ¿Habrá identificación más poderosa que aquella que equipara a Dios y al Verbo (Palabra)? O la cita aquella de "...no soy digno de que entres en mi casa, pero una PALABRA tuya bastará para sanarme". O aquel dicho de que "...puede más la pluma que la espada". ¿Y los romanos, con los grandes oradores como Catón en el Senado? ¿Y la formación en la Edad Media, incluyendo la Retórica y la Oratoria en la formación básica? En fin, que hay muchos más ejemplos, y la conclusión es siempre la misma: las palabras pueden ser muy poderosas.


Figura 2. Alfa y Omega, primera y última letras del alfabeto griego. Poderosas

Por eso siento tanta admiración por ellas y por los que las dominan. Más que admiración, cariño incluso. Recuerdo que en "Las Ovejas de Glennkill" (delicioso libro) había una oveja a la que "le gustaban las palabras".

Figura 3. Un libro delicioso, si te gustan las historias al estilo 
Agatha Christie pero con mucho más humor

Pues eso me pasa a mí: me gustan. Por eso una de mis aplicaciones preferidas es el diccionario de la RAE, que llevo instalado desde el primer día que tuve un teléfono en el que podía instalar aplicaciones. Y por eso me gusta jugar al Apalabrados, aunque reconozco que a veces me roba más tiempo del que me gustaría.

Y por eso me fascinan esos libros que a lo largo de mi vida me han transformado. Pero transformado de verdad, hasta el punto de conseguir que haga algo que antes de leer el libro no había sido capaz de hacer. O sea, un montón de palabras que me han movido a actuar. O libros que han conseguido evitar que haga algo gracias a unas palabras leídas en ellos.

Pero como esta entrada ya me está quedando excesivamente larga, os invito a reflexionar sobre el poder de las palabras y ya hablaré en otra ocasión de esos libros que os digo.

martes, 11 de noviembre de 2014

Un jabalí por las calles de Cobatillas

Pues eso, que la naturaleza se abre paso por el pueblo. No se ve muy bien, pero lo del fondo es un jabalí o una cría de marrano que se le escapó a algún granjero. Yo me inclino más por el jabalí, por la cercanía del Coto Los Cuadros, pero nunca se sabe.


Y mi sobrino que se baja de la bici y quiere hacerse una foto con el "bicho".

Menú de Halloween

A mi hermana cuando le da por una de sus aficiones, cocinar, combinada con la imaginación y por las fechas del día de Todos los Santos, se le ocurren cosas como esta


Doy fe de que estaban riquísimos estos "dedos" de zombie.

Y me he acordado de que ya hablé de esta fiesta hace tres años, aquí:
http://dandolealaolla.blogspot.com.es/2011/11/jaloguin.html

martes, 4 de noviembre de 2014

De libros electrónicos y árboles muertos (IV)

Enlace a la parte 1
Enlace a la parte 2
Enlace a la parte 3

(continúa)

4. UN TIPO LISTO Y SU PROYECTO "ALTRUISTO"

En el año 1971 (sí, la fecha es correcta. Volved a leerla y pensar que era la época cuando aquí en España aún no sabían lo que era un ordenador nada más que aquellos que trabajaban en un banco), en 1971, digo, un chavalote de 24 años al que podemos llamar Miguelito (Michael Hart) se matriculó en la Universidad. Aunque le guste ponerse camisas floreadas y sombreros de paja, tonto no era el muchacho, pues se graduó en dos años. Sí, he dicho dos. Ya quisiéramos muchos.


Figura 1. Foto de Miguelito (wikipedia). Es el de la camisa floreada. Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Michael_Hart#mediaviewer/File:Michael_Hart_and_Gregory_Newby_at_HOPE_Conference.jpg

Claro que su madre fue criptógrafa durante la Segunda Guerra Mundial, y supongo que eso hizo que el crío tuviera algún contacto con los ordenadores (aunque en la Segunda Guerra Mundial eran más de calculadoras). Así que cuando le crearon una cuenta en el ordenador de la universidad el 4 de julio de 1971 (fecha especial para los estadounidenses), Miguelito se tecleó (bueno, es de suponer que no todo ese día, sino en los días siguientes) la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, de la cual le habían pasado una copia en papel en una tienda. Como no pudo enviarla por email, la preparó de forma que pudiera ser descargada. Posiblemente, ese fue el primer libro electrónico disponible. Después, Miguelito se tecleó partes de la Biblia, obras de Mark Twain y muchas otras. Con el tiempo, incluso publicó algunas obras suyas de esta manera (sí, también era escritor). Así nació un proyecto con la idea de poner a disposición de todo el mundo libros que habían pasado al Dominio Público. Con el nombre acertó: Proyecto Gutenberg. Su lema: "cortemos los barrotes de la ignorancia y el analfabetismo". Miguelito quería "...continuar con el trabajo de la difusión de la alfabetización pública y de la gratitud hacia nuestra herencia literaria que las bibliotecas públicas empezaron a principios del siglo XX." (Wikipedia, http://es.wikipedia.org/wiki/Proyecto_Gutenberg)

La verdad es que la vida de Michael Hart fue muy interesante. Aquí podéis echar un vistazo.
http://es.wikipedia.org/wiki/Michael_Hart

Desde entonces, miles de voluntarios se han dedicado a hacer accesibles versiones electrónicas de libros en el Dominio Público (y algunos que, aunque no están en el Dominio Público, sus autores han accedido a que se publiquen ahí para uso no comercial). Acabo de comprobarlo hace un rato y, a día de hoy, tienen 47.187 libros disponibles, la mayoría de ellos en inglés. Pero también hay en otros idiomas: español, francés, etc... La web es bastante mejorable, la verdad. Por ejemplo, en el menú que hay a la izquierda en la página principal, encontramos una entrada "Book Categories", y al pulsar en ella, nos aparecen enlaces para buscar libros en otros idiomas. Curiosamente, no aparece el español. También hay un enlace al final del menú


Figura 2. Menú para acceder a libros en otros idiomas.

Figura 3. ¿No hay libros en español? ¡Sí los hay!

Sin embargo, sí que existen. Por ejemplo, si introducimos en el buscador "Galdós" y pulsamos Intro, obtenemos una lista de 17 libros de este escritor:

Figura 4. Libros de Galdós en el Proyecto Gutenberg

Si uno pulsa en el botón "Ayuda" que hay en el buscador (arriba a la derecha, bajo el icono de Flattr), puede ver que el buscador acepta unas "órdenes" un poco especiales para hacer búsquedas. Siguiendo esas instrucciones, si escribimos "l.es" (sin las comillas) obtendremos todos los libros en idioma español (la letra l es de "language"). Si pusiéramos l.fr obtendríamos los libros en francés, l.de nos daría los libros en alemán, y así sucesivamente. No es una forma muy intuitiva de buscar, pero parece que funciona. Haciendo eso, he descubierto que ahora mismo el Proyecto Gutenberg tiene 416 libros en español.

Figura 5. Resultados de libros en español ordenador por popularidad. ¡Ah, El Quijote, siempre Don Quijote!


Figura 6. Última página de los resultados de libros en español. Parece que hay 416


En fin, esperemos que vayan mejorando la web y el buscador para hacerlos más intuitivos.

La mala noticia es que Miguelito murió en 2011. La buena es que su legado continúa vivo.


Enlaces relacionados con el proyecto Gutenberg:

Página principal. https://www.gutenberg.org/

Noticias. http://www.gutenbergnews.org/

Libros en formato epub de alta calidad. No están todos los del proyecto Gutenberg, pero hay unos cuantos
https://www.epubbooks.com/

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