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miércoles, 30 de mayo de 2007

Poner color

A pesar del romanticismo (a veces cursi en extremo) que la rodea, en Venecia también hay lugar para los espacios sórdidos, las sábanas tendidas en la parte trasera del edificio, los cables colgando por la fachada, los andamios y las antenas afeando la vista...

Pero todo ello no impide que a la hora de pintar la verja, alguien se decida a hacerlo de varios colores, y de esta manera, convertir un rincón cutre en algo interesante.

En mi vida, me he encontrado a veces con gente así, que en medio de un trabajo duro, un entorno hostil, unas circunstancias personales agobiantes... ha sabido PONER COLOR y transmitir, a pesar de tenerlo todo en contra, buenas vibraciones, buena onda, buen rollito, quepaquepaquepassssa...

¿Os habéis encontrado con gente así alguna vez? ¿Algún ejemplo concreto?

Yo sí tengo uno: se llamaba Antoñín, lo conocí desde sus 60 a sus 70 años, aproximadamente, y se dedicaba a vender lotería. Y tenía muchas razones para quejarse de la vida; incluso, lo hacía a veces. Pero la mayor parte del tiempo se dedicaba a alegrarnos, a mí y a todos los que le rodeábamos, la vida con sus chistes, sus chascarrillos y sus ocurrencias.

También sabía ponerse filosófico, pero esto, naturalmente, sólo lo hacía con los que tenía más confianza.

Por entonces, yo no hacía fotos, así que no recuerdo tener ninguna foto suya. Una lástima.

Todo un personaje, sí señor.

4 comentarios:

  1. Se dedicaba a vender la leche le daban unas cuantas vacas que vivían con él, uno de sus muchos trabajo. Un día llego una tal Sanidad y le obligo a cerrar el negocio, un duro golpe personas criadas en otra “sanidad”. Pero él lo resolvió con un simple, “como quieran, plantare flores”. Llegaba a casa del campo, de “las flores de su vida”, en una mano una corvilla, en otra una azada, su cuerpo pidiendo cama y su cabeza pidiendo asar castañas conmigo, mientras me contaba sus historias, sus chistes, sus adivinanzas…siempre las mismas, igual que mi cara de asombro cuando las oía una y otra vez. No tengo una imagen suya en mi cabeza durmiendo. Muchas veces he oído hablar de gente que ante los golpes de la vida le devuelven una sonrisa, en este caso se cumple.
    Un beso abuelo.

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  2. jolín garbamel, me has recordado a mis dos abuelos, por un lado " él " que tenía vacas y también llegó sanidad y aunque no le dio por plantar flores, porque ya plantaba de todo cambió sus vacas por algunos corderos y pollos para encender las brasas e invitar a toda la familia. (Claro que nunca se acostumbró a beber leche encartonada )A él también la corvilla le acompañó hasta el último momento, pero lo que asaba conmigo eran "Panochas". Por otro lado me he acordado de "ella" que vendía leche por trapería montada en burra y se rería hasta de los "espantaburras" que no eran ni más ni menos que como ella llamaba a los municipales... la vida la dejó sin andar aunque el pasodoble torero siempre estuvo en su corazón y en su risa. Besos a ellos y a tí por recordarmelos, aunque siempre los llevo conmigo.

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  3. Hola, no sé si la foto que tienes colgada en el post "poner color" es tuya o no. Me gustó y la colgé en mi blog, sin permiso y sin nada. La encontré buscando en imágenes de google. Ahora descubro tu blog y me entra la duda. ¿es tuya? y si lo es ¿la puedo seguir colgando en mi blog?
    Saludos y felicidades por el blog,

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  4. Hola, Bea. La foto sí que es mía, pero puedes usarla sin ningún problema. Lo único que te pido es que si usas alguna foto mía, me lo comuniques y, si lo ves oportuno, que me menciones como autor, o enlaces a mi blog.

    Un saludo.

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