(continúa)
Foto: Madrid, un viernes por la mañana. Pa' lo que hay, yo tiro la escoba aquí mismo y me voy a ver el júrbol...
Es fácil imaginar el revuelo que ha organizado todo esto. La Merkel llamando a Obama pidiéndole explicaciones (¡nenico, que por qué me estás mirando el móvil!), Hollande también aparentando cabreo, Rajoy llamando al embajador yanqui en España a declarar... En fin.
Por cierto, me lo imagino y me río yo de Rajoy exigiéndole nada a Obama; de hecho, la comparecencia del embajador duró 40 minutos, según dijeron en el telediario, con lo que si descontamos el tiempo de los saludos, los besos, hablar del tiempo y de ese dolor de rodilla que tengo en estos últimos días... a lo mejor quedaron cinco minutos para una conversación del tipo:
(Rajoy) - Estooooo... que digo yo... que si eso de los espionajes y si eso ya tal...
(Embajador) -Nada, hombre, ni caso. Tú no te preocupes, que a ti nada. Palabrica del niño Jesús
- Ah, vale, es que ya sabes, que tenía que preguntarte, que si no, luego me dicen que si tal y si cual
- Naaah, olvídalo, tú tranqui, si nosotros no miramos los emilios ni escuchamos las llamadas ni nada de nada. Por cierto, mira el Windows, que tienes pendientes muchas actualizaciones
- Vale, muchas gracias. Menos mal que has venido
- Venga, goodbye, my friend
- Yesh, esho, digo, okey
Aunque lo cuente en plan de risa, todo el asunto es muy triste. Y preocupante. E indignante.
Pero, ¿de verdad lo es? A mí me sorprende la poca repercusión que está teniendo el asunto. Hemos llegado a un nivel de anestesia en la sociedad que ya nos da igual todo. Otra vuelta de tuerca y no reaccionamos. Me gustaría que algún día despertáramos como sociedad, pero la verdad es que no tengo mucha esperanza en esto.
Pero para quien de verdad es triste, preocupante e incluso acojonante la cosa es para Edward Snowden. El pobre, reclamado por EE.UU., donde el establishment lo califica de traidor, mientras otro sector de la sociedad lo califica de héroe, por haber desvelado lo que los verdaderos traidores le están haciendo a la patria. Por su parte, él ha pedido asilo político a varios países, y de momento se encuentra atrapado en Rusia, con un permiso de permanencia de un año y sin saber a dónde podrá ir después. Putin dice que de momento no lo extradita a USA y que puede moverse libremente por la madre de todas las Rusias. Pero lo tiene jodido para salir de allí. EE.UU. ya se ha ido encargando de cerrarle las puertas a fin de acorralarlo. Ecuador se mostró predispuesto a concederle asilo político y hace unos meses hubo un incidente diplomático serio cuando al avión de Rafael Correa, presidente de Ecuador, no se le permitió sobrevolar los espacios aéreos de Francia, España ni Italia, y tuvo que hacer un repostaje de emergencia en Austria, y todo por la sospecha de que, como venía desde Moscú, podría llevar oculto en su interior a Edward Snowden, cosa que resultó ser una falsa alarma al final.
(parte 2 de 3, continuará)
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