Además, tuvieron algunos fallos que, en mi opinión, deslucieron la cata. Se lo dije a la responsable, Rosa, amabilísima ella, con la intención de hacer una crítica constructiva, a ver si en sucesivas catas lo arreglan. De momento, recomendaría antes a la gente las catas que he hecho en Cervemur, por ejemplo. Algunos de los fallos:
1) música ambiente demasiado alta, no se entendía bien a la chica que dirigía la cata. Tuvimos que pedir un par de veces que bajaran el volumen
2) juntaron a demasiada gente en un espacio muy pequeño. Prefiero pagar unos euros más y hacer una cata en una situación mucho más cómoda
3) la iluminación: muy mala para poder apreciar las explicaciones relativas al color de la cerveza, que si los tonos tostados, que si los dibujos de la espuma... todo esto se hace muy difícil de apreciar con una lámpara paupérrima y de todo amarronado
Por otro lado, debo reconocer que la mayoría de las tapas me gustaron mucho y el local también. Parece ser que la cosa promete, estaremos atentos a futuros eventos de este local (pero seguiremos siendo exigentes, eso sí).
Por supuesto, al terminar la cata-cena, "no tuvimos más remedio" que ir a tomarnos una copa para bajar la cena. Acabamos disfrazados de gangsters y chicas de los locos años 30 durante la ley seca en EE. UU.
De camino al bar, me encantó esta pintada de Acción Poética Murcia.
Lo que sea... pero contigo.
Preciosa. ¿O no?
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