Y si a esto le unimos las impresionantes vistas de la Sierra de Orihuela mirando hacia el Sur, esas nubes (¿cúmulos?) haciendo un poco de sombra sobre la ciudad, el monte de San Miguel en medio de la ciudad y allá a lo lejos el MAR... ¡la combinación perfecta!
Y, por supuesto, mi sombra para terminar de dar la puntilla al escenario ;-)
Guapo que es uno, hasta en sombra.
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