Vale que a veces necesitamos desahogarnos.
Vale que ese desahogo puede implicar insultar a alguien (especialmente, si es la causa de nuestro "ahogo").
Pero, ¿hacía falta llegar a esto?
(Probablemente, sí. Me huelo que quien escribió esto se quedó corto/a).
Esto me recuerda la única vez que se me ocurrió insultar a alguien por escrito. Fue en el colegio. "La Susi" se había metido conmigo, y yo me dediqué a escribir la canción de "Susanita tiene un ratón...", sin cambiar ni un ápice la letra. Eso sí, la iba acompañando de dibujos obscenísimos (bueno, todo lo obsceno que puede ser uno a los doce años). A todo eso, la señorita Ana (supongo que aún seguirá por el cole, pues era muy joven) me espeta:
- J, ¿qué es ese papel que tienes en la mano? ¡Dámelo!
- No, señorita, si no es nada
- ¡He dicho que me lo des ahora mismo!
...(entrega del papel)...
- Desde luego, J, no me esperaba esto de ti. Anda, vete a tu sitio.
Y ahí quedó la cosa. Pero yo sabía que en el ránking particular que tenía la señorita Ana, yo había descendido varios puestos.
Desde entonces, me limito a insultar de pensamiento, palabra u obra (pero no escrita).
¿Habéis insultado a alguien por escrito? ¿Os han pillado?
Y sí, lo que se ve al fondo de la foto es la catedral de Murcia, y el río es el Segura.
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