Después de un día así, a última hora de la mañana, me detuve un minuto a buscar algo de música, lo que fuera, algo relajante. Y casi de casualidad (algunos dicen que las casualidades no existen), aterricé en esta joya donde se puede percibir el swing de la inigualable Lady Day, o Eleanora, o Billie Holiday (que todos estos nombres valen).
La canción me emocionó, especialmente cuando dos días después se la puse a A como ejercicio de inglés. Y es que muchas veces la belleza y la tristeza van juntas. Esta canción habla de que
la cosecha de besos de este año no es tan buena como la de otros años, que no me parece tan dulce, que en esta cosecha los besos no son lo que solían ser, que parece que el amor de este año no va a tener ni una oportunidad, ni siquiera aunque la luna ponga de su parte... por que aún estoy vistiendo las ropas del amor del año pasado.
Y recordad, no hay que dejar pasar ni un día sin música.
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