Me gusta mucho este artículo de un sacerdote por la precisa puntualización que hace para diferenciar la postura antisistema y la violencia. Porque no siempre ser un antisistema es ser un violento. Y ser un prosistema puede, muchas veces, engendrar más violencia, aunque sea como efecto secundario.
Pero violencia, al fin y al cabo.
Yo también me considero, en muchos aspectos, antisistema.
http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2011/01/22/prosistema/297987.html
Un ejemplo muy reciente del capitalismo. En Múnich, hace una semana, tuve la ocasión de ver en una exposición de Mercedes-Benz este cochazo: un Maybach Landaulet.
¿Precio? Casi nada, 1.070.000 euritos de nada, para la UE. Si vives en Japón, África o USA entonces la cosa sube una minucia de unos 120.000 euros. Pero vamos, que nadie se alarme. Una oferta de los servicios financieros de Mercedes-Benz permitía que se pudiera pagar en cómodas cuotas de 17.990 euros mensuales. Toda una ayuda.
¡Viva el sistema!
Pues visto el precio del coche, me lo pido en Japón, África o USA, que me sale más económico (¡y eso que eres de ciencias!)
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