Entre la paja seca, una mariposa de colores apagados: marrones, negros y un poco de amarillo, eso sí, oscuro, que no destaque demasiado. No se puede decir que sean colores muy llamativos. Y precisamente por eso funcionan.
La evolución ha hecho que esta especie sobreviva hasta el día de hoy; luego, no debe ser mala táctica el disponer de esos colores.
Probablemente, con esos colores se mantiene bien camuflada ahí, entre esas hierbas secas (restos de la mata del arroz, por cierto).
Vale, todos hemos oído esa historia.
Y entonces, ¿cómo explica la evolución que esta exhibicionista haya sobrevivido? La muy descarada se ha puesto incluso el traje de lunares blancos sobre negro.
Un contrasentido.
Sin embargo, que no se lo vayan a creer. Puestos a coleccionar contrasentidos, que se fijen en nosotros, los seres humanos.
Que les vamos a dar sopas con honda.
Fotos: Calasparra, zona indeterminada, más arriba del santuario, junto al río Segura. Octubre 2007.
Eso lo dirás por la terremoto de Alcorcón o similar fauna ibérica...digo yo. En todo caso, muy chulas las fotos, y llevo un tiempito dándole vueltas a la adquisición de una SLR, ya sabes. Se admiten consejos. Tenemos una partida pendiente, pero sin horario ni fecha en el calendario. Un abrazo.
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