El sábado me dio por cocinar algo de pasta y me puse a experimentar. ¿Qué tal unos macarrones con algo no habitual... hmm... por ejemplo... con mejillones?
Básicamente, estos pasos:
1) Sofreír cebolla a fuego lento, que se caramelice un poco
2) Añadirle tomate frito y todo lo que se quiera. Yo añadí un poco de jamón york que me quedaba, unos palitos de pescado y un par de latas de atún
3) Al mismo tiempo que se fríe todo, puse a cocer los macarrones.
4) Cuando estuvieron cocidos, los escurrí con agua fría y los agregé al frito, para darles unas vueltas. Poco antes de sacarlos, añadí los mejillones.
La lata de mejillones era en escabeche, y pienso que, aunque están comestibles, hubiera quedado mejor con mejillones al natural, o de esos que venden congelados. Así lo haré la próxima vez. En ese caso, habría que echarlos al frito antes, para que se vayan haciendo.
Y sí, al plato de presentación le faltan unas hojas verdes por algún lado.
Me lo apunto para este finde.
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