Se lee rápido. Eso es una ventaja en este libro que no me ha parecido tan bueno como para dedicarle muchas horas. Creo que ni siquiera se merece las pocas que cuesta leerlo, aunque esto no signifique que sea malo. Es tan sólo que para mí no da la suficiente relación calidad/tiempo en leerlo. Ya sé que para algunos esto será casi una blasfemia, dado que un gurú como Borges la calificó como una "novela perfecta". Lo siento, a mí no me ha parecido tal.
A su favor, la anticipación que tuvo. Con una visión casi al estilo de Verne, el libro describe algo parecido a los hologramas. Lo curioso es cuando descubres que el libro es del año 1940, y el holograma se inventó en 1947. Impresionante, ¿no?
El final es sorprendente. Del tipo de la peli "El sexto sentido", donde un final sorprendente hace que tengas que replantearte todo lo que has visto/leído antes.
No cuento más.
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