Tiene su aquél el descubrir que ese profesor tan serio (aparentemente) y tan categórico (a veces) también tiene su corazoncito y se echa sus diversiones como puede... Eso me ha pasado a mí con César.
Y es que en el fondo las personas somos más parecidos de lo que nos atreveríamos a reconocer públicamente.
Y el caso es que después de oírla un par de veces, no suena mal, no suena mal... Enhorabuena, (ex-)profe.
La voz tiene un aire a la del cantante de Modestia aparte, o es cosa mía? Abrazos chatín.
ResponderEliminar