me quitó las dos olivas que me diste
me dejó la sangre envenenada
desde entonces vendo piedras tristes
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Nos picó el bichito oscuro
y tramposo del silencio
me quitó las dos olivas
verdiclaras que me diste
desde entonces Aladino
ya no engaña más al genio
desde entonces en mi sangre
cuatro leucocitos tristes
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Me enamoro cada día cuatro veces
por las noches aún me quedan tres recuerdos
en mis sueños cenicienta rompe un plato
cuando el alba por mis costas yo me pierdo
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No te vayas, que me sobran
los cristales afilados
no me hables, que me corro
si te pienso horizontal
no me llores, que no aguanto
compasiones congeladas
no me trates, no me olvides
no me digas que te vas
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Foto: Vista del Mar Menor desde el Monte de las Cenizas. "Por mis costas yo me pierdo".
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