Si no hubiera ido, le hubiera ahorrado bastante humo a mis pulmones y a mis enrojecidos ojos.
Si no hubiera ido, hubiera dormido las horas que necesitaba mi cuerpo.
Si no hubiera ido, quizá me hubiera acostado con bastante menos alcohol en el cuerpo.
Pero, si no hubiera ido, me hubiera perdido una velada estupenda, y el haber descubierto un cantautor fantástico. Y no, no fue perfecta, pues para eso faltaba lo que faltaba, pero estuvo muy bien.
Y, ante el dilema, entre cuidarse la salud o derrochar la vida, pues elijo la opción menos sana.
El de la foto es Karel García, y os recomiendo su disco "Sueño de quimeras". Estuvimos viéndolo en noviembre en Itaca y me causó una muy buena impresión. Una joya para los oídos y el cerebro. Además, el tío es bastante simpático.
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domingo, 30 de diciembre de 2007
El último paseo
Hoy he dado mi último paseo por el río este año. En mi aventura particular, remontando el Segura desde Archena, andando, he llegado hasta el límite entre Murcia y Albacete.
Este límite está en Las Juntas, que es el (¿original?) nombre con el que se conoce la confluencia (la "junta") de los ríos Segura y Mundo. La verdad es que el Segura no sería lo que es sin el Mundo. De hecho, del caudal resultante finalmente, tras la unión de ambos ríos, la mayor parte la aporta el Mundo. Para ser justos, los murcianos deberíamos llamar a nuestro río Mundo, en vez de Segura.
El caso es que me he desviado del curso del Segura, y he remontado el Mundo, hasta llegar al embalse de Camarillas. Impresionante cornisa la que han hecho allí para caminar los operarios de la presa del embalse. Así, sin barandilla ni cables ni "ná de ná", ¿os atreveríais a caminar por esa cornisa?
Una agradable sorpresa se ha dado cuando al doblar una curva me he encontrado con este par de rebecos (vale, sí, para quien no quiera tanta precisión: un par de "cabras" grandes) por allí sueltos, salvajes. No tenía ni idea de que los hubiera por allí, y mucho menos en libertad, así que ha sido bonito encontrármelos, y más ver cómo han posado para que les haga unas pocas fotos.
Este límite está en Las Juntas, que es el (¿original?) nombre con el que se conoce la confluencia (la "junta") de los ríos Segura y Mundo. La verdad es que el Segura no sería lo que es sin el Mundo. De hecho, del caudal resultante finalmente, tras la unión de ambos ríos, la mayor parte la aporta el Mundo. Para ser justos, los murcianos deberíamos llamar a nuestro río Mundo, en vez de Segura.
El caso es que me he desviado del curso del Segura, y he remontado el Mundo, hasta llegar al embalse de Camarillas. Impresionante cornisa la que han hecho allí para caminar los operarios de la presa del embalse. Así, sin barandilla ni cables ni "ná de ná", ¿os atreveríais a caminar por esa cornisa?
Una agradable sorpresa se ha dado cuando al doblar una curva me he encontrado con este par de rebecos (vale, sí, para quien no quiera tanta precisión: un par de "cabras" grandes) por allí sueltos, salvajes. No tenía ni idea de que los hubiera por allí, y mucho menos en libertad, así que ha sido bonito encontrármelos, y más ver cómo han posado para que les haga unas pocas fotos.
viernes, 21 de diciembre de 2007
Instrumentos
Hacía tiempo que no me emocionaba leyendo unas palabras. Ha sido tan solo una cita, un brevísimo párrafo de Borges. Pero me ha hecho esas cosquillas en la nariz que tanto me gustan.
De todos los instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones del brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y la imaginación. (BORGES)
Como nuestros antepasados neolíticos no tenían papel, tuvieron que usar unos libros un poco diferentes (léase rocas, piedras, paredes de las cuevas). Menos mal que hoy en día hay gente que sabe explicarnos e interpretarnos aquellas páginas.
A finales de noviembre estuvimos en Yecla con el profesor Javier García del Toro, quien nos deleitó con sus explicaciones sobre las pinturas del monte Arabí.
Por cierto, ¡menudas vistas tenían los neolíticos desde su cueva en tan privilegiada posición.
De todos los instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones del brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y la imaginación. (BORGES)
Como nuestros antepasados neolíticos no tenían papel, tuvieron que usar unos libros un poco diferentes (léase rocas, piedras, paredes de las cuevas). Menos mal que hoy en día hay gente que sabe explicarnos e interpretarnos aquellas páginas.
A finales de noviembre estuvimos en Yecla con el profesor Javier García del Toro, quien nos deleitó con sus explicaciones sobre las pinturas del monte Arabí.
Por cierto, ¡menudas vistas tenían los neolíticos desde su cueva en tan privilegiada posición.
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