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viernes, 20 de junio de 2014

Ampliando información. Nacras, una especie en extinción en el Mar Menor

A raíz de la anterior entrada ("Un día revuelto, un Mar Menor redescubierto"), en la que hablaba de que haciendo apnea en el Mar Menor había descubierto unas "ostras gigantes", mi gran amigo Miguel me envía un poco más de información, lo que me ha gustado mucho, pues ha localizado EXACTAMENTE los "bichos" (vivan los términos científicos) que yo vi.

No son ostras, no son mejillones, son... NACRAS, o para aquellos a los que nos gusta el nombre científico: Pinna nobilis. Supongo que lo de Pinna es porque están clavadas, como haciendo el pino (¡vivan los chistes malos!, pero ya veréis cómo así no se olvida el nombre).

La foto de la Wikipedia es esta


Y la entrada de la Wikipedia está aquí.

Y sí, eso es exactamente lo que vi. La verdad es que debería hacerme con una cámara submarina para hacer fotos en mis incursiones submarinas. O un móvil de esos que se pueden sumergir. En realidad, todos los móviles se pueden meter debajo del agua, sólo que algunos sólo una vez (segundo chiste malo ;-)

Pues parece ser que las nacras están en franco retroceso, incluso en alguna página hablan de peligro de extinción. Y parece ser también que con sus "pelos" (seda de mar) se hacían tejidos muy caros.

Pues ya sabéis, si queréis ver algunas, en la cubeta sur del Mar Menor aún podéis encontrarlas, junto a la isla del Ciervo. Sin necesidad de botellas, basta con unas gafas y un tubito. OJO, que está prohibido cogerlas, no vayáis a portaros como cafres, a ver si conseguimos que no desaparezcan.

En cualquier caso, se ve bastante mejor en este corto vídeo:



¿Qué, tenía razón yo al describir estos bivalvos diciendo que estaban "plantados en el fondo como una lechuga"?

Por cierto, durante unos segundos se ve en el vídeo un pez dando vueltas alrededor de la nacra. Ese pez es un ejemplar hembra de "Julia" o "Doncella" (Coris Julis), al que ya mencionaba en esta otra entrada, donde hablaba de mi experiencia subacuática en Cala Fría (Cabo de Palos).

Por si os interesa el tema, aquí también hay un poco más de información (gracias, Miguel):
http://www.esoesciencia.isdata.es/index.php?limitstart=5

Y aquí un vídeo un poco más largo centrado en esta especie

Ya sabéis, si tenéis información que aclare, corrija o complemente a lo que pongo, estoy encantado de recibirla.

lunes, 16 de junio de 2014

Un día revuelto, un Mar Menor redescubierto

La semana pasada contaba cómo me fue en mi primer día de buceo libre de este año (enlace aquí).

Pues resulta que ayer, queriendo repetir faena, también fui a ver qué había por esas aguas de nuestro querido Mediterráneo. Pero, hete ahí que al llegar me encuentro un viento de levante que soplaba con fuerza y que en mi cala preferida, Cala Fría (Cabo de Palos), se levantaba un oleaje "que pa qué".

Sí, a mí también me parece la señal un chiste. Malo, pero de los que no puedes evitar reírte

Por los alrededores, la situación era parecida

Con ese oleaje, se va a meter en el agua Rita

La verdad es que, aunque fastidie un poco no poder meterse en el agua en esas condiciones, el espectáculo de la naturaleza que forman las olas y las rocas es impresionante. Y esto también se puede disfrutar. Ya sabéis: la belleza está en los ojos del que mira. Unas imágenes para ilustrar lo que digo:






Paseando un poco por la zona, descubrí que hay una cala diametralmente opuesta a Cala Fría donde la situación era todo lo contrario. Esta cala se llama, según Google Maps, "cala del Muerto", y según Bing Mapas, "cala de la Escalerica". Este último nombre le pega muy bien, ya que hay una escalerica que baja desde el acantilado hasta el agua, muy bonita (una pena, no hice fotos, pero en OpenStreetMap está dibujada la escalera, aunque allí la cala no tiene nombre).


En esta cala de la escalerica la situación era totalmente distinta: el agua estaba en calma, y la mayoría de los clubs de buceo que suelen hacer sus inmersiones en Cala Fría se habían ido para allá. También había allí varios bañistas que se habían congregado huyendo del viento y del oleaje de las calas cercanas. Buenas condiciones acuáticas, pero saturada de gente.

A la derecha se ven los barcos de las escuelas de buceo que se apañaron en la cala de la Escalerica

El caso es que como ya que estábamos muy cerca de La Manga, decidimos asomarnos a las playas que dan al Mediterráneo, encontrándonos con un panorama parecido: fuerte oleaje e incluso un poco de frío, cosa que invitaba poco a zambullirse. ¿Opción? Pues... aunque no era nuestra primera idea, vayámonos al Mar Menor, que sólo hay que andar unos pocos pasos hacia el otro lado. Así que nos fuimos a una playa cercana a la Isla del Ciervo, isla que está en el Mar Menor.

¡Qué diferencia! Calma chicha y calor del que empuja a tirarse (bueno, mejor que "a tirarse", digamos que invitaba "a meterse", ya que con la poca profundidad que tiene el Mar Menor, si uno "se tira", seguro que se queda clavado en el fondo). Pero lo más agradable fue que al entrar en el agua, me sentí como en El Caribe, un gusticooooo, aaarrggghhh, agua calentica, pero sin llegar a ser "caldo", en fin, un agua PERFECTA. A mí es que lo de meterme en el agua se me hace muy difícil cuando ésta está un poco fría. Sí, blanducho que es uno.

Y allí me dediqué a bucear. Y, en contra de lo que me esperaba, me sorprendió el paisaje subacuático. La profundidad era mínima, la verdad, creo que en ningún momento llegó a más de 1,5 metros. A veces temía que iba a rozar mi barriga con el fondo. También es verdad que peces vi muy pocos, poquísimos. Pero en cambio pude disfrutar de un montón de otras cosas con las que no había contado: unas pequeñas praderas de algas, un montón de caracolas (cornetas, Hexaplex Trunculus), pepinos de mar (holoturias), y un montón de ostras. Una de las ostras era más grande que un palmo mío, o sea, que tendría alrededor de unos 30 cm o incluso algo más. Lo que más me llamó la atención es que muchas de estas ostras estaban clavadas en el suelo, en vertical, como si fueran una lechuga plantada en la tierra. Curioso.

Mira tú por dónde, aunque al principio el día parecía que se había fastidiado con la ventolera, resulta que al obligarnos a cambiar el destino previsto, nos encontramos con un montón de cosas diferentes que, de no haber sido por el "mal tiempo", quizás no hubiera visto, pues parece que uno siempre espera ver paisajes más espectaculares en el mar abierto que en el Mar Menor.

La lección: que hay que aprovechar las cosas como vengan. E intentar convertir lo que en principio puede ser una situación desagradable en una experiencia gratificante.

O, como decía mi bruja: si la vida te da la espalda, tócale el culo.

martes, 10 de junio de 2014

Buceando sin botella en Cala Fría (Cabo de Palos)

Ayer inauguré la temporada de buceo libre (con tubo o snorkel) de este año, en Cala Fría (Cabo de Palos). Esta cala (en la foto) es una de las mejores que he encontrado nunca para este tipo de buceo. Tampoco es que yo sea un gran conocedor del litoral mediterráneo en el ámbito subacuático, la verdad, pero, por lo que he leído, el Cabo de Palos es de las mejores zonas del Mediterráneo para el buceo, ya sea con botella o a pulmón libre. De hecho, en un cursillo de buceo que hice hace unos años, las prácticas nos llevaron a hacerlas a esta cala. Es habitual ver por la zona a muchos buceadores, tanto particulares como de escuelas de buceo.

Una cosa que me gusta de esta cala es que nada más entrar, avanzando unos 20-30 metros, ya puedes ver sumergidos restos que parecen un mástil de algún barco viejo que se han quedado allí hundidos. ¿O son unas farolas submarinas? En cualquier caso, un "pecio" sin tener que armarse de botellas.


Foto 1. Cala Fría en julio del año pasado (2013).

Cada uno de los dos tipos de buceo tiene sus ventajas e inconvenientes, pero a mí me encanta la versión de pulmón libre. Es verdad que con botellas se disfruta de otra manera, se pueden ver pecios, bajar al fondo, etc... Pero para mí, lo que puedo disfrutar con unas simples gafas y un tubo ya es una pasada, y sin las incomodidades de tener que andar acarreando botellas, reguladores, aletas, trajes... De hecho, ayer ni siquiera me llevé aletas.

Las aletas vienen bien cuando quieres coger velocidad, ir a un punto específico, por ejemplo, llegar desde la costa hasta una isla, una cueva o cualquier otro sitio. Pero a mí me encanta el buceo "deambulatorio", a la deriva. O sea, meter la cabeza en el agua y dejarme llevar suavemente, sin un destino fijo. De vez en cuando doy un par de brazadas y me desplazo un poco. Y así hasta que me canse.

Ayer la cosa se quedó en regular, por dos cosas. Primero, el agua está aún muy fría, así que no lo disfruté todo lo que me hubiera gustado. Para próximas inmersiones, me llevaré una camiseta bien ajustada, de esas técnicas, a ver si así aguanto un poco mejor el frío. La otra circunstancia que estropeó un poco el día de ayer fue que me picó (creo que esta no es la palabra correcta, ¿me rozó?) una medusa, y me produjo una pequeña urticaria que me duró un par de horas o así. Nada grave, pero en el momento de la "picadura" me dolió bastante. Así se me quedó el costado:
Foto 2. Así me dejó el costado la medusa. 

En cuanto a lo que vi, una oblada ha sido el primer pez de este año. También vi algunos pequeños cardúmenes de sargos y castañuelas, estas últimas muy pequeñajas. Doncellas, el pez corte-de-helado (nata y chocolate) como me gusta llamarlas, por el color de las hembras, algunos ejemplares de pez verde (Thalassoma pavo), unas cuantas serranas (Serranus scriba) y pequeños bancos de salpas.

Y erizos. Había muuuuuuuuchooooos erizos. Por eso me gusta meterme en el agua con unas chanclas.

También vi un par de medusas (y una que no vi, pero que sí sentí en mi costado), y varios peces de los que desconozco su nombre.

Como no tengo ninguna foto subacuática propia, os dejo algunas de la wikipedia de los peces que vi ayer.

Obladas (http://es.wikipedia.org/wiki/Oblada). Foto de Alberto Romeo, licencia CC BY 3.0


Sargo (http://es.wikipedia.org/wiki/Sargo). Foto de Yoruno, licencia CC BY-SA 3.0



Pez verde (http://es.wikipedia.org/wiki/Pez_verde). Foto de Matthieu Sontag, licencia CC BY-SA 3.0

Castañuelas (http://es.wikipedia.org/wiki/Chromis_chromis). Foto de Albert Kok, licencia Dominio Público

Salpa (http://es.wikipedia.org/wiki/Salpa). Foto de Nano Sánchez, licencia Dominio Público, tomada en El Portús, muy cerca de donde yo estuve buceando


Julia o Doncella (http://es.wikipedia.org/wiki/Coris_julis). Foto de Massimiliano Marcelli, licencia Dominio Público

Serrana o vaquita de roca (serranus scriba) (http://es.wikipedia.org/wiki/Serranus). Foto de Liné1, licencia CC BY-SA 3.0

martes, 3 de junio de 2014

Dónde están las llaves, matarile, rile, rile

¿...dónde están las llaves, matarile, rilerón?


En Chinchilla de Monte-Aragón (Albacete) han encontrado una buena forma de guardar la "Llave de la Ciudad". Lo que no sé es dónde está la otra llave, la necesaria para abrir esa jaula. ¿O será como la manguera antiincendios: "romper en caso de necesidad"?

También tienen un bonito castillo.

Bueno, bonito visto desde abajo, porque, para ser sincero, no llegamos a subir. Es que paramos a la hora de la comida y estaba el lorenzo muy fogoso. Mejor pasear por las calles a la sombra,

 y terminar tomando unas cañas en un bar en la plaza del pueblo (Plaza de La Mancha), donde hay una iglesia bastante impresionante, muy grande para un pueblo de cuatro mil habitantes


Hacía tiempo que no paseaba por un pueblo con ese "sabor manchego".

¿Y tú, conoces Chinchilla? Pues ya estás tardando.
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